Como cada año, queremos comunicaros el objetivo que dará unidad a nuestra tarea educativa en el curso 2023-24. Siguiendo los valores destacados en nuestra Propuesta Educativa, y que vamos trabajando de forma periódica, nos corresponde ahora profundizar en el valor de la GRATUIDAD.
Como miembros de una comunidad educativa que vive la espiritualidad franciscana y el carisma de María Ana tenemos el compromiso de hacer de nuestros colegios lugares donde se mantengan relaciones cercanas y sencillas tal y como queda recogido en nuestra Propuesta Educativa. Por eso, durante este curso, algunos de nuestros proyectos pastorales irán encaminados para que nuestros alumnos y alumnas, los principales protagonistas de la educación, vivan y aprendan en un clima de convivencia basado en el respeto, la empatía y la acogida.
Para ello, concretamos nuestro objetivo como sigue:
“Redescubrir el valor de la gratuidad a partir de un sistema de relaciones basadas en la libertad, en el amor, en la caridad y en el cuidado entre los diferentes sectores de la comunidad educativa fiel al estilo franciscano de nuestra Madre fundadora.”
Descubrir los dones que Dios Padre ha depositado en cada uno de nosotros y valorarlos como un maravilloso tesoro que hemos de poner al servicio de todos los que nos rodean.
Experimentar la actitud de agradecimiento personal tras sabernos beneficiados de los dones recibidos que por amor de Dios se nos han concedido.
Ensanchar nuestro corazón, descubrir los aspectos en los que puedo colaborar de forma altruista y estrechar vínculos de afectos y compromiso entre todos los que formamos la comunidad educativa (familias, alumnos, compañeros…) con la naturaleza, el entorno y con Dios.
Para expresar todo esto, hemos escogido para este curso un cartel sencillo en el que sobresale un corazón blanco y abierto en el que se introduce el lema del curso. En el corazón se aprecia una leve sensación de movimiento sobre un fondo naranja que vira hacia el rojo representativo del amor y la caridad.
El corazón del cartel , movido por la acción del Espíritu Santo, nos recuerda que lo que hemos recibido gratis, démoslo gratis. No nos guardemos nada, ofrezcamos lo mejor que tengamos al hermano/a , en especial, a los más necesitados.
La gratuidad es hacer las cosas sin esperar nada a cambio. En esta sociedad es preciso crecer educando en la compasión y en el compromiso, de ahí la sensación de movilidad que tiene el corazón.
Por último se detalla el lema del año, que se introduce paulatinamente en el corazón abierto, siendo el reconocimiento del Tú especialmente significativo, puesto que como seres humanos reconocemos la acción del Tú ( Dios Padre) en nuestras vidas. Pero tampoco podemos olvidarnos del tú con minúscula, que nos lleva a pensar en tantas personas que están a nuestro alrededor y que se desviven por nosotros, entregándonos lo mejor que tienen, sin esperar nada a cambio. Por todas esas acciones que tanto Dios Padre como nuestros familiares, amigos, compañeros … nos regalan diariamente y que vamos guardando en nuestro corazón, DAMOS GRACIAS A DIOS.