El proyecto del Huerto Escolar se enmarca dentro de la Propuesta Educativa de nuestro colegio relativa a la educación en el cuidado de la naturaleza, seña de identidad como colegio franciscano.
A continuación analizamos algunos de los beneficios educativos del Proyecto del Huerto Escolar:
EDUCA EN EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE
Pretendemos desarrollar de manera especial el factor crítico de éxito de la SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL entre los alumnos al fomentar la sensibilidad y la concienciación hacia el cuidado de la naturaleza y del entorno.
Dicho proyecto permite a nuestros escolares entrar en contacto directo con el mundo de las plantas en el contexto urbano en el que se encuentra nuestro centro educativo.
Fomenta en los alumnos su compromiso responsable, al convertirlos en agentes activos en el cultivo, cuidado y recolección de los productos de nuestro huerto escolar.
FOMENTA EL VALOR DE LA PACIENCIA
Las actividades educativas del cuidado del huerto educan a nuestros alumnos en el valor de la paciencia, ya que el estudio sistemático del mundo de las plantas es la mejor lección en torno al tiempo y a la espera.
En un mundo en el que la inmediatez de lo digital fomenta la impaciencia, las actividades del Huerto Escolar son un ejemplo de cómo la paciencia da frutos a largo plazo.
Las actividades en el Huerto Escolar desarrollan el esfuerzo, la dedicación y la constancia, tan necesarias para su futuro tanto académico como profesional.
ENSEÑA A COLABORAR
En el Huerto Escolar los alumnos aprenden el valor del trabajo cooperativo en el que el compañerismo, la colaboración y la ayuda mutua son tan importantes.
La planificación, la utilización y el manejo de sus herramientas específicas permite a los escolares darse cuenta de que el trabajo en común «da fruto» y les educa en la importancia del valor de ceder ante los demás.
HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN SALUDABLE
No menos importante es el objetivo de que con este proyecto los alumnos adquieran hábitos saludables de alimentación.
Al descubrir la evolución de las estaciones del año en relación al cultivo de algunas plantas, aprenden el cuidado de productos y las variedades de alimentos saludables, valorando de este modo el inmenso mundo del trabajo de los agricultores.
La satisfacción que experimentan en la recogida de los frutos de su trabajo, también fomenta la curiosidad de probar y comer alimentos que previamente han podido rechazar por su desconocimiento.